13 de mayo de 2017

H. INTERACTIVA - EL NUEVO AMANECER

"Hasta en la noche mas oscura jamás te pierden de vista"

Todo ha salido fatal, el primer día avanzábamos sin problemas hasta que David en su total desconocimiento del mundo exterior decidió adentrarse en una gasolinera a ver si podía conseguir algo para echarse a la boca, le dije que me esperara pero el muy imbécil no me hizo caso. Irene estaba en el coche vigilando que nada nos cogiera de imprevisto, de repente sonó un disparo y un grito desgarrador de David, salió corriendo de la penumbra de la tienda de la gasolinera con el estomago lleno de sangre y se cayó en el suelo como un peso muerto, ni siquiera me dio tiempo a reaccionar, me tiré al otro lado del coche, comenzaron a escucharse disparos que impactaban contra la carrocería como misiles sonoros, Irene no paraba de gritar tirada en el suelo del coche, saltaban pedazos de cristales por todos lados, como pude me arrastré hasta poner la llave en el contacto con medio cuerpo fuera del coche, mientras tanto cogí la glock de debajo del asiento, deslizé el cañón por la ventanilla del copiloto y comenzé a disparar a dios sabe dónde, aunque conseguí unos valioso segundos para salir a todo gas de ahí, como alma que lleva el diablo.
A los pocos kilómetros de escaparnos de la muerte a manos de dios sabe quien, tenía el brazo lleno de sangre, me había dado una bala y ni siquiera me había dado cuenta, joder, la adrenalina me supuraba por cada poro del cuerpo, notaba que podía continuar al 200% el resto que quedaba de mes, Irene saltó al asiento del copiloto lleno de cristales pero parecía que no le importaba lo mas mínimo al verme cubierto de sangre, me iba a vendar cuando de repente perdí la noción del tiempo y casi nos estrellamos, menos mal que Irene cogió el volante si no hubiéramos acabado en una bonita zanja al lado de la carretera siendo pasto para los muertos. En ese momento cambiamos de asiento en marcha cómo pude, me mire en el espejo y estaba blanco como nunca lo había estado, en ese momento se me enfrío la sangre y junté toda la vida que quedaba en mí para coserme el agujero que tenía en el brazo, llenarlo de alcohol, vendarlo, y a partir de ahí una amnesia de 13 horas, me ha dicho Irene que me desmayé.
Me ha dicho que al desmayarme continuó por un camino de montaña que ponía propiedad privada, 20 minutos después de un camino tortuoso de tierra, llegó hasta una antigua casa de piedra dónde en algún tiempo tuvieron que haber caballos y unos bonitos campos rebosantes de comida. Me ha dicho que estaba cagada, se acercó a la casa sola y miró si había alguien o alguno de "ellos". Por suerte no había nadie, metió el todoterreno hasta la puerta principal y como pudo me arrastró hasta un sofá que había en el primer piso, cerró toda la casa y escondió el coche en una especie de cuadra para los caballos o el ganado, Irene desde luego era muy inteligente, no quería que nadie nos molestará mientras estábamos allí.
Mi salvadora me ha dicho que cuando me tiró en el sofá y me quito el vendaje no entendía cómo me había podido hacer tal estropicio, me cosió unos buenos puntos de sutura y un buen tratamiento, desde luego tiene pinta de que vaya a sobrevivir  manteniendo mi brazo conmigo.

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