17 de mayo de 2019

H. INTERACTIVA - EL NUEVO AMANECER

"fe ciega"

El maravilloso plan, si se le puede decir así, aunque podría llamarle irónicamente un lanzamiento a cara  o cruz, consistía en que el chico me cogiera como supuesto rehén y me sacara por la puerta principal para llevarme dónde me iban a llevar sus compañeros. El chico no se lo pensó mucho con la pistola apuntándole a la cara. Volvimos al sótano a por las esposas que llevaban sus compañeros, al pasar por el segundo piso la puerta estaba cerrada, llegamos abajo, me las puse ficticiamente para que pareciera que me llevaba esposado y me dejé la pistola en la manga mientras con la mano derecha la sujetaba, si hacía algo raro le acribillaba el cuerpo a balas.
 La cara del chico al ver a sus compañeros en un charco de sangre estaba pálida, entendió que esto no era un juego del que podría salir bien parado si intentaba hacer trampas.
Me puse a su izquierda, él me cogió del brazo y abrió la puerta, mucha luz, mucha gente, todos militares armados, habían tantas armas que si fallaba en el plan no iba a salir con vida de ahí, el chico le pregunto a su superior dónde llevaba al nuevo, éste le contesto que castro y los otros dos eran los que se lo tenían que llevar, el chico le dijo que se lo habían encargado a él y que se habían subido a fumar. El coronel le dijo espérame fuera voy a por estos tontos de los cojones a cantarles las cuarenta. El  chico continuó y a un par de metros antes de la puerta unos gritos de su superior se escucharon desde el fondo de la sala, gritaba algo así como paradlo, los ha matado a todos.

Solo oír sus gritos la adrenalina se me disparó, tiré las esposas y les pegué dos tiros a los dos guardias de la puerta, se desplomaron los dos, detrás mio se quedó el chico yo salí y se escucharon varios disparos y los gritos del chico, comencé a correr por lo que antes había sido un aparcamiento al aire libre, estaba todo perimetrado por verjas de unos 3 metros, en mi interior solo pensaba mierda! mierda! mierda! mierda!; al fondo vi un par de guardias que se habían echado los fusiles al hombro y buscaban de dónde venían los tiros, no tardaron mucho en verme y abrieron fuego, una excavadora roída por el óxido me sirvió de cobertura, las balas impactaban sonoramente en la chapa del vehículo y el muro de delante mío se llenaba de agujeros y polvo volando. Los demás no tardarían mucho en llegar, estaba bien jodido, miré las balas que tenía, me quedaban 6 más la de la recámara, mi número de la suerte, que ironía...

Disparé contra los soldados de la puerta y se pusieron a cubierto, en mi cabeza resonaba 4 balas...
Por la esquina llegó el segundo contingente, dos balas menos, estaba acorralado, era cuestión de tiempo. De repente desde lejos unos disparos y una voz familiar, Irene!, me decía corre a la puerta!, como alma que lleva el diablo mis piernas comenzaron a correr como nunca antes, hay una extraña energía inagotable cuando tu vida está pendiente de un hilo que corre por todo el cuerpo y te hace moverte sin parar, corrí todo lo que pude ella desde la colina cercana había matado a los dos guardias alrededor de mi volaban balas en dos direcciones, unas para salvarme y las otras para matarme, notaba el aliento de la muerte tan cerca que un escalofrío me recorrió el cuerpo de pies a cabeza y me hizo mover el culo más rápido como si eso fuera posible en ese momento que ya había llegado al límite, subí la colina. Irene me dijo corre tengo un coche cerca, continuamos corriendo y llegamos a un pequeño peugeot negro en menos de 10 segundos ya estabamos en marcha, a lo lejos vi como los militares intentaban darnos con sus fusiles pero fue demasiado tarde.

Tomamos la carretera  directa a la ciudad, ésta gente no tardaría mucho en coger sus vehículos para perseguirnos.

H. INTERACTIVA - EL NUEVO AMANECER

" como un animal salvaje encerrado que se defiende con colmillos y zarpas"

Estoy herido, no de gravedad, pero hoy he visto la muerte de cerca otra vez, y no me gusta visitarla tan a menudo.

Esta tarde han venido a por mí, estaba esperándoles en la sombra qué hace la puerta cuándo la abren, incluso había preparado un bulto en la cama para que pensasen que estaba dormido.

En cuanto han abierto, al primero que ha entrado me he lanzado sobre él, no tenía ningún tipo de arma, le he mordido el cuello y ha comenzado a sangrar a borbotones, la sangre caliente y metálica me inundaba la boca. El que venía detrás se ha quedado impactado durante un par de segundos. Ha sacado un cuchillo y me lo ha intentado clavar, ha fallado y se lo ha clavado a su compañero que se estaba desangrando, por suerte la mía, se le ha quedado enganchado entre la carne, aprovechando que yo ya estaba de pie y él medio agachado estirando del cuchillo, le he comenzado a patear la cabeza hasta que ha parado de moverse.

Joder, ha sido una auténtica carnicería y eso no es ni el principio.

He usado la poca ropa que llevaban y me era útil y he cogido el cuchillo bowie con sierra en el contrafilo, que si no voy mal encaminado es lo que se le había quedado enganchado en el cuerpo de su compañero.

Como siempre, desierto, estos imbéciles ni siquiera habían puesto un guardia, por eso nadie me escuchaba cuando gritaba.

He continuado por un pasillo largo en penumbra con celdas iguales a la mía vacías , al fondo unas escaleras y de repente un par de gritos que decían:

- Que coño hacéis! No tengo todo el puto día inútiles, putos novatos!

Ha comenzado a bajar la escalera entre insultos y maldiciones, en cuánto ha llegado al último rellano le he cogido de los pies y le he estirado se ha caído de espaldas contra los escalones y bajado rodando hasta los últimos peldaños, ahí le he cortado el cuello para que no pudiera gritar y lo he dejado desangrándose. Éste tampoco llevaba armas.

Acojonado he continuado subiendo las escaleras, todo estaba en penumbra, me he adentrado en el primer piso buscando algo y nada,  tan solo polvo y suciedad, las paredes blancas ennegrecidas por el moho y nada más. En el segundo piso una puerta entreabierta asomaba un ligero rayo de luz y ruido de personas, he asomado el ojo por el milímetro de separación que dejaba la puerta y lo único que he visto ha sido el hombro derecho de alguien vestido con ropa de camuflaje y varias voces hablando sobre un almacén al sur, no me he entretenido más, he continuado pisos arriba. El tercer piso ,una puerta cerrada a cal y canto, el último una puerta cerrada y aire por debajo, la abrí lentamente y era la azotea.

Al momento de abrirla la luz me cegó unos momentos y el olor a tabaco inundó las escaleras, había una persona fumando apoyada a la izquierda de la puerta, salí rápido y le coloqué el cuchillo en el cuello con tanta fuerza que un hilo de sangre comenzó a brotar por la hoja, el muchacho estaba realmente acojonado, no se esperaba nada de esto. Le dije que si se le ocurría gritar sería lo último que haría, asintió con la cabeza.

Le pregunté quien eran y porque me mantenían cautivo, lo poco que me dijo con su voz entrecortada era que le habían asignado hacía poco ahí, que era un civil y esa gente eran soldados, lo de mantenerme vivo ni idea, él solo se dedicaba a las guardias, me dijo que si quería salir de ahí la única manera era por la puerta principal que no había otra manera de salir.

Me quedé pensativo y jodido, miré al suelo y de repente la suerte me volvió a sonreír, el muchacho llevaba una glock en la cintura. Se la quité, aparté el cuchillo y le dije que si quería seguir con vida mañana iba a hacer exactamente lo que le iba a decir....