17 de mayo de 2019

H. INTERACTIVA - EL NUEVO AMANECER

" como un animal salvaje encerrado que se defiende con colmillos y zarpas"

Estoy herido, no de gravedad, pero hoy he visto la muerte de cerca otra vez, y no me gusta visitarla tan a menudo.

Esta tarde han venido a por mí, estaba esperándoles en la sombra qué hace la puerta cuándo la abren, incluso había preparado un bulto en la cama para que pensasen que estaba dormido.

En cuanto han abierto, al primero que ha entrado me he lanzado sobre él, no tenía ningún tipo de arma, le he mordido el cuello y ha comenzado a sangrar a borbotones, la sangre caliente y metálica me inundaba la boca. El que venía detrás se ha quedado impactado durante un par de segundos. Ha sacado un cuchillo y me lo ha intentado clavar, ha fallado y se lo ha clavado a su compañero que se estaba desangrando, por suerte la mía, se le ha quedado enganchado entre la carne, aprovechando que yo ya estaba de pie y él medio agachado estirando del cuchillo, le he comenzado a patear la cabeza hasta que ha parado de moverse.

Joder, ha sido una auténtica carnicería y eso no es ni el principio.

He usado la poca ropa que llevaban y me era útil y he cogido el cuchillo bowie con sierra en el contrafilo, que si no voy mal encaminado es lo que se le había quedado enganchado en el cuerpo de su compañero.

Como siempre, desierto, estos imbéciles ni siquiera habían puesto un guardia, por eso nadie me escuchaba cuando gritaba.

He continuado por un pasillo largo en penumbra con celdas iguales a la mía vacías , al fondo unas escaleras y de repente un par de gritos que decían:

- Que coño hacéis! No tengo todo el puto día inútiles, putos novatos!

Ha comenzado a bajar la escalera entre insultos y maldiciones, en cuánto ha llegado al último rellano le he cogido de los pies y le he estirado se ha caído de espaldas contra los escalones y bajado rodando hasta los últimos peldaños, ahí le he cortado el cuello para que no pudiera gritar y lo he dejado desangrándose. Éste tampoco llevaba armas.

Acojonado he continuado subiendo las escaleras, todo estaba en penumbra, me he adentrado en el primer piso buscando algo y nada,  tan solo polvo y suciedad, las paredes blancas ennegrecidas por el moho y nada más. En el segundo piso una puerta entreabierta asomaba un ligero rayo de luz y ruido de personas, he asomado el ojo por el milímetro de separación que dejaba la puerta y lo único que he visto ha sido el hombro derecho de alguien vestido con ropa de camuflaje y varias voces hablando sobre un almacén al sur, no me he entretenido más, he continuado pisos arriba. El tercer piso ,una puerta cerrada a cal y canto, el último una puerta cerrada y aire por debajo, la abrí lentamente y era la azotea.

Al momento de abrirla la luz me cegó unos momentos y el olor a tabaco inundó las escaleras, había una persona fumando apoyada a la izquierda de la puerta, salí rápido y le coloqué el cuchillo en el cuello con tanta fuerza que un hilo de sangre comenzó a brotar por la hoja, el muchacho estaba realmente acojonado, no se esperaba nada de esto. Le dije que si se le ocurría gritar sería lo último que haría, asintió con la cabeza.

Le pregunté quien eran y porque me mantenían cautivo, lo poco que me dijo con su voz entrecortada era que le habían asignado hacía poco ahí, que era un civil y esa gente eran soldados, lo de mantenerme vivo ni idea, él solo se dedicaba a las guardias, me dijo que si quería salir de ahí la única manera era por la puerta principal que no había otra manera de salir.

Me quedé pensativo y jodido, miré al suelo y de repente la suerte me volvió a sonreír, el muchacho llevaba una glock en la cintura. Se la quité, aparté el cuchillo y le dije que si quería seguir con vida mañana iba a hacer exactamente lo que le iba a decir....









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